El producto interior bruto (PIB) catalán creció un 2,6% en 2023 y superó los datos prepandemia, impulsado por el crecimiento de la veguería de Girona, el área metropolitana de Barcelona y el Camp de Tarragona, según el Anuario Económico Comarcal BBVA 2024.
Gerona fue una de las demarcaciones que más creció. El valor añadido bruto (VAB) del eje de Girona aumentó un 3% el pasado año, solo por detrás del Camp de Tarragona (+3,2%). En menor medida crecieron el área metropolitana de Barcelona (+2,9%), las Terres de l’Ebre (+2,7%), las comarcas centrales (+2,6%), el Pla de Lleida (+ 2,1%) y el Pirineo (+2%).
En cuanto al análisis territorial, si se observa el período 2019 – 2023, las comarcas de Girona fueron las que más se han recuperado del «choque» que supuso la COVID-19, con la Garrotxa, el Gironès y el Pla de l’Estany liderando el avance.
Según BBVA, el incremento del VAB en el eje de Girona se explica principalmente por el aumento del 4% de los servicios, unas ramas que aportan más del 70% del VAB y que, a pesar de crecer menos que en 2022, se van a mostrar dinámicas apoyadas con la recuperación de la industria (2,6%) mientras la construcción creció bastante menos (1,1%) y el sector primario retrocedió un 19,5%. El incremento de 2023 y los avances 2021-22 han situado el VAB generado en la veguería ya un 4% por encima del alcanzado en 2019.
Por comarcas, la Selva fue la que más creció el pasado año en Girona, con una subida interanual del VAB del 3,5%. Junto al Gironès, con un aumento del 3,4%, y el Alt Empordà, con un incremento del 3,1%, lideran el crecimiento de la economía gerundense. Por detrás se encuentran el Baix Empordà (+2,2%), la Cerdanya (+1,9%), la Garrotxa (+1,8%), el Pla de l’Estany (+1,6%), y el Ripollès (+1,5%), según los datos del Anuario Económico elaborado por el catedrático de Economía de la UAB Josep Oliver.
El estudio asegura que la economía catalana muestra un «temprano» cambio de modelo productivo gracias al sector manufacturero. Explica que en 2023 el crecimiento de esta industria fue superior al de los servicios privados -los que tradicionalmente han sido el «motor» de la recuperación tras la covid-19-. Oliver detalla que esto “apunta” a una «menor dependencia» de las actividades vinculadas al turismo, aunque estas todavía tienen un peso importante, según ACN.
El catedrático emérito de la UAB asegura que en los primeros meses de 2024 confirman este incipiente cambio de modelo productivo y le atribuye al buen comportamiento de las exportaciones. Oliver explica que en los años previos a la pandemia ya se vislumbraba esta tendencia con mejoras en la industria, pero la covid-19 lo «hundió todo».
El estudio precisa que en el 2023 el valor añadido bruto (VAB) de la industria en Cataluña creció un 3,5% (lejos de la caída del 1,6% del 2022) y los servicios mostraron un «notable frenazo», con un aumento del 3,1%, lejos de «la extraordinaria» alza del 9,5% registrada en 2022. Oliver resta importancia a la caída de la agricultura y la atribuye a efectos de la sequía y el alza de precios de las materias primas y la energía. «Debería preocuparse si el modelo de productivo no fuera el adecuado, y eso no es así», valoró ayer durante la presentación del anuario.
