Hace unas semanas hizo en Shanghai una conferencia sobre los atractivos de Gerona. ¿Cómo se gesta este viaje a la feria comercial y cultural Yangtze River Delta International Cultural Industries Expo?
Ya hace un tiempo había la posibilidad de asistir a la feria porque hay un empresario de alta tecnología de Shanghai que está enamorado de Gerona, de hecho tiene la mujer y el niño viviendo desde hace dos años, y tiene muy buenas relaciones con las autoridades de Shanghai, una de ellas, el vicepresidente de la feria de muestras. Él buscaba como podíamos promocionar Gerona allí. Era en mayo y aquí, con las elecciones, nos encontramos atascados con las entidades locales y por eso optamos hacerlo a través de ellos, es decir, privadamente, y participar en esta feria para promover Gerona, su arte y productos de calidad gerundenses, como el vino, el agua con gas, las galletas de Santa Coloma y el aceite de Ventalló.
Y la conferencia sobre Gerona, ¿Qué respuesta tuvo del público?
Cuando llegué allí vi que la gente tenía interés por muchas cosas, que se está abriendo al mundo y Gerona quizás era la ciudad más lejana de la feria y era totalmente desconocida. Me había preparado una conferencia comodín y, viendo que el público era medio, que no eran grandes empresarios, hice una recopilación de la historia y del territorio. Pensaba que se levantarían en la primera diapositiva, pero no fue así. No tuve demasiadas preguntas, pero sí hubo en el stand que teníamos. Su gran inquietud era saber dónde estaba Gerona. Su referencia es Barcelona, más que Cataluña e incluso más que España. También querían saber cuál era la mejor época para visitar Gerona, si era recomendable por el conflicto que algunos veían, las comunicaciones… Había mucho desconocimiento.
También llevó las obras de artistas relacionados con Gerona.
Sí, de artistas que básicamente tienen la base de operaciones en la provincia. Optamos por llevar obras de cuatro artistas: la Assumpció Mateu, Joan Mateu, Jordi Amagat y Carme Sanglas, como una primera avanzada de algo que en 2020 seguramente se hará, que es un intercambio de artistas chinos y artistas gerundenses. En esto participa la Fundación Atrium Artis, dando confianza a los artistas. E incluso parece que existe la posibilidad de hacer litografías con las obras que se llevaron allí y que puede haber alguna venta.
Como economista, ¿Cómo ve este 2020? Se habla de ralentización de la economía…
Realmente el mundo se está moviendo de una manera que nos parece que va muy deprisa, pero hay un cambio de fuerzas que es evidente. Europa se está quedando muy huérfana respecto a Estados Unidos y luego hay también Rusia, que no sabemos muy bien a qué juega, y China, que quiere ser la primera potencia mundial. Como no se ponen de acuerdo, hay incertidumbre, que se mantendrá en 2020. No hablo de recesión sino de ralentización. Nosotros tenemos unos factores que son muy específicos nuestros, como es el turismo, que es nuestro petróleo, y también a ver si podemos mantener la economía productiva con las exportaciones. Dependemos mucho de las exportaciones y, por tanto, en el ámbito local, está pendiente de los aranceles y las guerras comerciales: si no están, iremos haciendo, y si existen, es impredecible.
Sus clientes ¿Qué asesoramiento les piden sobre cómo deben comportarse este año?
La inquietud del empresario en estos momentos es básicamente como vencer esta incertidumbre y tratar de salir adelante. De cara a planificación de futuro, estamos en un período muy de espera, aunque hay siempre quien es más activo y que normalmente trabaja en mercado exterior y nuevas tecnologías.
ANTONI BOU MIAS – ECONOMISTA
Artículo publicado en L’Econòmic en EL PUNT AVUI (06/01/2020)